Friday, November 20, 2009

DEFENSOR DEL PUEBLO

     La verdad es que los políticos de todas las tendencias, una vez más han demostrado con la nueva Constitución, los intereses para los cuales trabajan. Los intere$e$ de ellos, de su partido, su militancia, sus amigos, sus familias y sus ambiciones personales de todos aspirar a la Presidencia de la República Dominicana, aunque tengan que venderles sus respectivas madres al Diablo.

     Desde el 1994 hasta el presente, han cambiado la Magna Carta, a su conveniencia, como un traje a la medida, dependiendo del grupo que se encuentre en el poder, con el principal objetivo de cerrarle el paso a los adversarios del momento. Anteponiendo los intereses personales y de sus respectivos partidos, a los de la mayoría y el bien común.

     Sin embargo el proyecto del Ombudsman o Defensor del Pueblo, sigue durmiendo el eterno sueño del olvido en los arcaicos archivos del Congreso Nacional. Porque los diputados y senadores dominicanos están más interesados en cobrar sus lujosos salarios sin dar un golpe, como un diputado de Santiago por el P.R.D. que cobró más de 10 millones de pesos en dos años, sin reportarse un solo día al hemiciclo. Que tal de los dos senadores por la capital, del P.L.D., quienes han cobrado 32 millones cada uno, entre sueldos, ONG y demás viáticos, en dos o tres años de "SACRIFICIO" al pueblo que prometieron servirle. Y qué de los senadores que están más preocupados por sus "EXONERACIONES"  de importar vehículos que ni en las películas de James Bonds logra uno ver, porque están fuera del presupuesto. Pero no para nuestros millonarios legisladore$. El senador de Elías Piña, si mal no recuerdo, puede darse el lujo de pasearse en un carro valorado en un millón de dólares o cientos de miles de dólares, en un pueblo que no tiene ni aspirinas en sus hospitales ni libros en sus escuelas. Para eso, ellos disponen de todo el tiempo del mundo, pero no para legislar en favor del pueblo quien los escogió.

     Para qué pasar tan importante proyecto de ley, que sería algo tan trascendental y un gran avance en la lucha no solamente contra la corrupción administrativa, sino contra los abusos que recibimos los ciudadanos diariamente de los comerciantes, negociantes y otras grandes corporaciones y negocios, como por ejemplo, los productos vencidos que nos venden en las farmacias y los supermercados, casi siempre.

     Los políticos profesionales y oportunistas no disponen del tiempo, ni deseos, ni mucho menos ganas de que dicha ley se convierta en realidad, para ir adecentando la corrupción impregnada hasta los tuétanos en nuestra clase política, e idiosincracia de una gran parte del pueblo que se mete a la misma porque el ejemplo en 500 años ha sido, que en política, usted llega al poder, roba todo lo que puede, se hace millonario, lo consideran honorable y respetable, nadie le pone la mano y puede seguir aspirando a la Presidencia de la República con todos los millones robados en detrimento del sufrido y jodido pueblo.

     Y no tienen tiempo, ni deseos, ni ganas, porque a ellos no les interesa, como existe en los países con un verdadero estado de derecho, que haya una institución independiente con capacidad para investigarlos, someterlos a la justicia y de ser encontrados culpables, embargarles hasta la madre de los tomates, con una reservación en el Hotel Najayo, con todo incluído. A los políticos dominicanos no les interesa eso para nada.

     En principio, el Defensor del Pueblo Dominicano, sería una posición electiva. Donde cualquier ciudadano independiente a las militancias, influencias y favoritismo por todos conocidos de los partidos dominicanos, podría aspirar.

     En ese orden de ideas, he decidido auto-proclamarme DEFENSOR DEL PUEBLO DOMINICANO, porque más fácil nos llega una semana con tres jueves, que los políticos profesionales y oportunistas pasar esa pieza legislativa. Es que ellos no se comen su propia m...a.